martes, 23 de noviembre de 2010

Nenùfares

Los estanques son una opción muy adecuada y decorativa si disponemos de un jardín grande. Pero, una vez construido éste, llega la duda acerca de qué vegetales crecerán en sus aguas. A pesar de que existen varios tipos de plantas acuáticas, los nenúfares son casi siempre una elección segura, que, además, de aportar colorido y vistosidad, harán que nuestra nuevo elemento decorativo sea un lugar ideal para colocar los peces adecuados.
Provienen de África y parte de Asia, donde cubren de forma espontánea charcas y lagos naturales donde no hay corriente, con aguas prácticamente estancadas. A pesar de ello, podemos plantarlos sin problemas en nuestro pequeña laguna y, tal vez, nos evocarán las imágenes de los cuentos infantiles que contaban historias de príncipes convertidos en ranas, que saltaban de hoja en hoja de estos peculiares vegetales.

Una acuática para todos los climas

 
Los nenúfares son un tipo de planta acuática perteneciente a la variedad de hojas flotantes, como también lo son sus ¿compañeros¿, los lotos. Esta planta posee dos tipos de hojas, bastante diferentes; primero germinan bajo el agua las de dimensiones más grandes, cuando la planta empieza a desarrollarse y, cuando ya ha crecido, surgen hojas largas que son las que flotarán en el agua.

Los nenúfares, aunque en general crecen mejor en aguas cálidas, los encontramos en todo tipo de climas, y según éstos, se pueden dividir en dos tipos:
  • Los que crecen en climas templados o fríos son los llamados nenúfares perennes. Se plantan a una profundidad de medio metro aproximadamente y su floración comienza en los primeros meses de otoño.
  • Los nenúfares que se desarrollan en climas tropicales los encontramos tanto de floración nocturna como diurna. Ambos conviene plantarlos a una profundidad menor que los perennes. Además, sus flores aparecen un poco después que las de los perennes. Durante el invierno pierden sus hojas.

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